Si os gustan, es la mejor manera de comerlas, quedan deliciosas, tiernísima. Aprovecha ahora que es el tiempo y compre-las sobre todo que sean bien frescas, las hojas deben ser verdes del todo, no tener las puntas negras, y deben estar bien apretadas, no abiertas. Si las compre así no fallan, verá que tiernos serán.
Os decimos que son las mejores alcachofas que comerán más.
INGREDIENTES:
6 alcachofas grandes o 8 de medias
una rama de menta fresca
1 cucharada grande de granos de pimienta negra
1 diente de ajo
Elegimos bien las alcachofas, ya sabéis que este es su secreto, no las hemos de aprovechar demasiado. Primero cortamos un poco la cola y sacamos todas las hojas del exterior hasta que llegamos a las hojas tiernas de dentro, que se parten solas con la mano de tiernas que están. Repeler la banda del tronco, dejando sólo la parte más blanca. Cortamos toda la parte de arriba de las hojas, que es la parte externa y la parte más dura de ellas, por lo que nos habrá quedado sólo el corazón, que es la parte que se aprovecha.
Las cortaremos en cuatro trozos cada alcachofa y si son de las grandes las cortamos en seis trozos.
Tomamos un bote y le ponemos aceite abundante, el aceite nos deberá cubrir las alcachofas, y lo ponemos al fuego. Dentro del aceite ponemos la menta, los granos de pimienta y el diente de ajo.
Añadimos las alcachofas cortadas y mantenemos el aceite haciendo burbujitas pequeñas. Si es necesario bajar el fuego. No debe freír las alcachofas, sólo las debe ir confitería. Piense que el aceite hierve a mucho más de 100º, pero ahora no queremos que hierva, porque con una temperatura de 100º ya tendremos suficiente para que se hagan. Quedarán tan tiernos como si las hubiéramos hervido, pero mucho más sabrosas.
Las dejamos unos 40 minutos, vigilando siempre que el aceite no se pase de temperatura.
Las servimos bien escurridas con sal maldon por encima, si no tiene se pone sal normal.
Piense que el aceite lo puede aprovechar para freír cualquier otra cosa, no lo tire por favor que no estamos para tirar nada!